con sus hermanos en Galaad, y añadieron; que muchos de ellos se hallaban encerrados y presos en las grandes y fuertes ciudades de Barasa, Bosor, Alimas, Casfor, Maget, Carnain y otras de Galaad, y que tenian determinado acercar el dia siguiente sus tropas á todas estas ciudades para matarlos á todos en un solo dia. Por estas funestas noticias varió Judas de repente su marcha y se dirigió por el camino del desierto á Bosra, ciudad Moabita, y una de las enemigas; se apoderó de ella, pasó á filo de espada á todos los hombres, tomó todos sus despojos y por último entregó la ciudad á las llamas. Salió de allí sin detenerse, porque urgía en gran manera socorrer á los que se defendian en la fortaleza de Dateman y estaban ya para ser asaltados. Marchó toda la noche y llegó con sus tropas á las cercanías de la plaza al apuntar el dia. Luego alcanzó á ver una multitud de pueblo que llevaban escalas máquinas para mar la fortaleza y acabar con los que estaban en ella. Vió al mismo tiempo que principiaba el ataque y oyó la vocería de los que acometian y el clamor de los acometidos. Vamos, soldados valientes, dijo entonces á sus tropas; corramos á librar á nuestros hermanos. Dividió su ejército en tres cuerpos y todos corrieron á cargar á los enemigos, tocando sus trompetas y alzando el grito y orando, dice el texto sagrado. Conocieron las tropas de Timoteo que era el Macabeo quien venia á caer sobre ellas, y abandonaron el sitio, huyendo por donde pudieron. Judas las persiguió, las cargó, é hizo en ellas un terrible destrozo, dejando ten y to 4 didos en el campo cerca de ocho mil soldados en aquel dia. Toman las demas ciudades en que habia Judíos encerrados por los enemigos para exterminarlos. Libres tan inesperada y dichosamente los Israelitas de Dateman del extremo á que se hallaban reducidos pocos momentos antes, apenas tuvieron tiempo para dar gracias á su libertador y valeroso ejército. Ni aun sabemos si entró en la ciudad, pues le vemos inmediatamente sobre Masfa, donde tambien se hallaba encerrado y prisionero un gran número de Israelitas esperando la muerte. Judas la acometió, la tomó, libró los prisioneros, pasó á filo de espada los demas hombres que halló en ella, recogió sus despojos y la entregó á las llamas. De allí se dirigió en seguida á atacar á Casbón, Maget, Bosor y demas ciudades de Galaad, donde sus hermanos estaban para ser exterminados. Todas las tomó é hizo en ellas lo mismo que habia hecho en Masfa. Nuevo y numeroso ejército de enemigos: Judas le derrota y disipa. Era necesaria una actividad, como la de Judas, para salir con felicidad de tantas empresas sin esponer á sus hermanos, cuando los procuraba aba salvar; pero en todas partes se halló tan á tiempo, que sorprendió siempre á sus enemigos y les deshizo al primer ataque. Ya creía Judas, haber concluido felizmente cuanto le habia Ilevado á Galaad, y pensaba en volverse, cuando supo, que Timoteo, que solo habia perdido ocho mil hombres escasos en la huida de Dateman, habia juntado nuevas tropas para hacerle frente, y que estaba acampado al otro lado del torrente, ó rio que corre al frente de la ciudad de Rafon ó Safon. Envió Judas á reconocer el ejército de Timoteo y volvieron diciendo: es un ejército numeroso en gran manera. Con él se han juntado todas las gentes que hay en rededor de nosotros y tambien han venido tropas auxiliares de la Arábia. Sus reales están á la otra parte del torrente y tienen todo su ejército en órden de batalla para venir contra nosotros. La contestacion de Judas al temor que manifestaban sus enviados, fue avanzar con sus tropas al encuentro de los enemigos. Timoteo para animar á sus gentes habia hecho de profeta, y en tono de inspirado habia dicho á los capitanes: cuando se acercáre Judas con sus tropas al torrente, si pasáre á nosotros primero, no le podrémos resistir; pero si él temiere pasar, y sentáre sus tiendas mas allá del rio, pasemos á ellos, y podrémos contra él. Queria, al parecer, Timoteo con este pronóstico animar á sus tropas á que pasasen el rio, si Judas esperaba al otro lado, y ponerlas en el caso de pelear á la desesperada, teniendo el rio á las espaldas; ó á que disputasen el paso con valor para que Judas no pasase. Al llegar Judas al márgen del rio, dió órden á los oficiales que no dejasen ni un solo soldado sin pasar y acudir al combate, y luego se arrojó al agua el primero y todo el ejército en pos de él. Al ver la intrepidez de Judas y su ejército, y el cumplimiento de la soñada profecía de su General, arrojaron las armas, huyeron y se encerraron en la fuerte ciudad de Carnain y en el templo que habia en ella. Judas los siguió hasta la ciudad, la tomó á viva fuerza, y quemó el templo y á todos los que estaban en él. Tambien Judas recoge, como Simon, todos los Judios que habia en el pais de Galaad y los lleva á Jerusalen. Disipado este ejército que tanto temor infundió á los enviados de Judas, tomó éste la misma resolucion en Galaad, que su hermano Simon en Galilea. Mandó decir á todos los Israelitas que habia en el pais, hombres, mugeres y niños, que viniesen á su lado con cuanto pudiesen traer de sus bienes, para ser conducidos á la Judea escoltados por su ejército. Todos obedecieron á una órden que les traía tantas ventajas, y se reunieron en tanto número, que parecian un ejército en gran manera grande, dice el texto sagrado. Toma de la fuerte ciudad de Efron. La marcha se hizo con felicidad hasta Efron. Era esta una ciudad fuerte, situada en la frontera de Galaad, junto al rio Jordan, y no habia paso á la Judea, ni por su derecha ni por su izquierda, sino por el medio de ella. Los Efronitas se encerraron en la ciudad y tapiaron las puertas con piedras. Judas que desde luego creyó que su ejército les habría atemorizado, les envió mensajeros de paz que les dijesen de su parte: dadnos paso por vuestra tierra para ir á la nuestra, y nadie os molestará: nosotros iremos por ella sin detenernos; pero no les quisieron abrir. Entonces mandó Judas pregonar en el campo: que cada uno atacase á la ciudad por el sitio en que se hallaba, y luego la envistieron los mas valientes. El combate duró todo el dia y toda la noche; pero al apuntar el dia siguiente fue tomada por asalto. Se rompieron las puertas, se escalaron los muros y luego ocupó la ciudad todo el ejército. Pasó á filo de espada á los hombres, saqucó la ciudad, y la demolió. Todas las tropas y el comboy pasaron por sobre las ruinas y los cadáveres y se dirigieron. al Jordan, que vadearon para ir á hacer alto y tomar descanso en el gran campo delante de la ciudad de Betsan. : 1. Siente Judas que los enemigos le obliguen á derramar tanta sangre. Con sentimiento se portaba Judas de un modo tan sangriento en estas espediciones; pero, ademas de ocupar estas naciones infieles un pais que habian usurpado á sus padres, no podia esperar jamás reposo con estos impíos, conjurados siempre contra el pueblo de Dios, sino hacia algunos ejemplares de severidad que les contuviesen. Descansa con su ejército y continua la marcha á Jerusalen, cuidando por sí mismo de los débiles. Descansaron las tropas á su placer, en las llanuras de Betsan todo el tiempo que pareció al General, quien advirtió en este descanso, que el gran comboy de ancianos, mugeres y niños no podia seguir al ejército sino lentamente, y que, si los separaba de las tropas, podrían caer en alguna emboscada que les armasen los muchos enemigos que tenian en la Judea. Tambien juzgó conveniente no dividir su ejército, cuya mitad debería quedar para escoltar esta multitud de débiles, y para evitarlo, le sugirió la gran caridad, que acompañaba á *sù gran valor, la determinacion de no ocupar por ! L |